jueves, 23 de enero de 2014

Noticias Varias (Pareto miente)

Últimamente tengo la sensación de que vivimos (igual siempre ha sido así,  solo que yo no era consciente de ello) en un mundo en el que algunas noticias resultan sencillamente increíbles, siendo de elogiar la imaginación de los periodistas como escritores de ficción, algo que unido a ciertas experiencias personales, en las que he vivido algo que luego ha sido noticia, y cuya realidad periodística ha acabado resultando tan ajena a la experiencia vivida que resulta sencillamente irreconocible, me hacen mirar las noticias con un elevado grado de aprehensión y decirme eso de “de lo que veo, me creo la mitad; de lo que me cuentan, nada”.

Pese a no estar seguro de que noticias pueden ser verdad y cuales una completa mentira he de reconocer que cada vez me fascina mas leer/ver noticias (deben de ser cosas de la edad ya que recuerdo que mi padre era incapaz de perderse un telediario o de no leerse el periódico todos los días, hasta los pie de foto) e incluso me gusta compartirlas y comentarlas, bien a la hora de la comida o del café con L, Álvaro y/o Caamaño, o incluso compartirlas con mis amigos de Facebook pero dada mi escasa memoria a veces se me olvida comentar noticias en el café, otras se me olvida buscar la noticia cuando tengo acceso a internet (si, lo confieso: yo no estoy conectado todo el tiempo. Así de viejo me he vuelto), incluso a veces pienso que me gustaría compartirla con algunas personas a las que no veo habitualmente, o con las que no tengo contacto por Facebook pero que estúpidamente creo que igual leen este blog (no se me ocurre por que harían esto, ni visto el numero de comentarios que recibo tengo ningún motivo para creerlo pero, bueno, quien mas quien menos tiene extrañas teorías sobre el mundo), e incluso otras necesito reflexionarlas o adaptarlas a una historia mas global.

Así que he decidido contaros algunas de las historias que últimamente me han fascinado mas, por ser especialmente graciosas, por ser excesivamente tristes o por cualquier otra razón y de eso va esto post y posiblemente otros similares en el futuro. 

Avisados quedáis: hoy no habrá historietas del abuelo ni detalles sobre libros si no solo algunas noticias que seguramente ya conozcáis.

La noticia que mas me ha impresionado últimamente pasa en Afganistán, en Pakistán o en un genérico Nowhereistan (el lugar exacto es irrelevante y mi memoria no lo ha retenido) y uno de sus principales protagonistas es un adolescente (algo gordinflón, por la foto que recuerdo haber visto, aunque es un detalle irrelevante) que no estando dotado de la virtud de la puntualidad llega tarde a la primera clase del día en su instituto. Se trata de un instituto grande con cientos de estudiantes y en el que, como si de la opera se tratara, no dejan entrar a la clase a los alumnos que llegan tarde castigándolos a quedarse en el patio de entrada hasta que termine la clase. Por supuesto nuestro protagonista no es el único adolescente de Nowhereistan con problemas de puntualidad así que allí esta tranquilamente en el patio, disfrutando de su castigo con algunos compañeros, charlando mientras que espera a que acabe la primera clase del día que ya se ha perdido, seguramente sin ninguna intencionalidad, ¿por que a quien le puede gustar estar en el patio charlando con los amigos en lugar de estar en clase escuchando al profesor y aprendiendo a ser mejor? ¿puede haber castigo mas cruel? No, no lo creo, a mi no se me ocurre pero yo no se mucho sobre métodos educativos he de confesar.

Yo los imagino fumando, a escondidas, charlando sobre música y chicas pero puede que hubieran estado tomando frutas frescas, haciendo gimnasia o comentando versículos del Corán, estos detalles no formaban parte de la información que los periodistas consideraron relevante y necesario transmitir por mucha curiosidad que algunos podamos sentir al respecto.

En un momento dado ver entrar al patio del colegio a un hombre mayor al que no conocen y que les resulta extraño, algo que me hace suponer que no era la primera vez que eran sometidos a un castigo tan ejemplar como es perder una hora de formación para charlar con los amigos ya que posiblemente conocían la rutina de entradas y salidas y por eso les resultaba extraño.

Identificado como un extraño y movidos por la insaciable curiosidad de la juventud, tal vez por la posibilidad de echarse unas risas a su costa, lo examinan detenidamente y se dan cuenta de que ciertamente es un extraño, es mas que un extraño, es un extraño que parece enajenado y murmura, es un extraño que  lleva el cuerpo recubierto de explosivos y un detonador en la mano, es un extraño que se dirige con paso decidido hacia la entrada del edificio principal. Ciertamente extraño, todo parece indicar que es un extraño cuyo objetivo esa mañana es la de volar por los aires todo el colegio (o instituto) matando a todos, o a muchos, estudiantes virtuosos, al menos en lo que a puntualidad se refiere, e incluso si no se espabilan y salen por patas de allí puede que también mueran algunos carentes de la virtud de la puntualidad: ellos, lo que no les parece una buena forma de empezar la mañana, ya que no solo se perderán el resto de las clases del día, lo que retrasara su formación intelectual, o la fiesta del fin de semana en la que, esta vez si, pensaban charlar con esa preciosa chica, si no que llegaran con tiempo de sobra a la eternidad lo que, en cierta medida, es otra forma de impuntualidad y seguro que también se merece un castigo.

Enfrentados a la posibilidad de perderse el resto de las clases; de no poder, esta vez si, si que si, hablar con esa preciosa chica ahora que por fin estaban decididos; de quedarse nuevamente castigados por no llegar puntuales a la eternidad, a saber cuanto dura la primera clase de la eternidad, deciden que es necesario actuar y abandonar el colegio a toda velocidad, seguramente haciendo cálculos sobre el alcance de la onda expansiva mientras piensan que es una pena que el entrenador de atletismo no pueda ver lo rápido que corren, entrarían seguro en el equipo, aunque para ello tuvieran que dejar de fumar.

Todos salen corriendo, procurando no ser notados por el extraño para que no detone la bomba antes de que ellos estén lejos, todos en distintas direcciones pero alejándose, salvo nuestro díscolo alumno que no contento con haber llegado tarde aquella mañana, seguramente como muchas otras antes, decide no sumarse a la corriente general (de puro díscolo que es) y mas que participar en una competición de atletismo se decide por ser la estrella de un partido de rugby con tan solo dos jugadores: el y el extraño que avanza con el detonador. 

Resulta ser un buen placador, además de rápido, deteniendo al extraño antes de que pueda alcanzar el edificio y aunque su intención fuera la de arrebatarle el detonador (la pelota) no lo consigue y ambos explotan fuera del colegio llegando ambos impuntuales a la eternidad, el extraño, tarde, y el pronto, demasiado pronto, ahora ya no podrá decirle nada a esa preciosa chica a la que, de verdad que si, que este fin de semana se lo decía.

Una noticia triste, casi tan triste como que no haya sido una noticia trascendente, fuera de su pueblo, y que ni siquiera yo recuerde el nombre de este chaval mientras que si que recuerdo los nombres de los mas famosos terroristas.

Afortunadamente no todas las noticias son así de tristes, gracias le sean dadas al Papa (se las daría a Rajoy o a muchos otros políticos gracias a los cuales disfrutamos de momentos inolvidables de diversión, pero nos salen tan caros, social y económicamente, que no compensan la diversión que nos proporcionan) que nos ha dejado una de las noticias, anécdotas, mas divertidas de los últimos tiempos. ¿Preparados? Vale, hay va…

Esta el Papa paseando por Roma, o por el Vaticano que tampoco he retenido el dato, paseando en el Papa-móvil, tras haber renunciado a sus zapatos rojos por ser demasiados caros, ante miles de fieles, saludando alegremente y enviando sus mejores bendiciones a todos ellos cuando, de repente… va y entre todo el gentío, entre los miles de fieles situados alrededor del papa-móvil, a una distancia prudencial marcada por su seguridad, divisa a un conocido suyo, seguramente algún amigo de su argentina natal con el que jugaba al futbol de niño. 

Parece algo improbable o incluso increíble, eso de conseguir divisar a un conocido en esas circunstancias, pero bueno, no solo es el Papa, si no que además es Argentino, aunque cero que no es gaucho, así que casi todo es posible para el.

¿qué hace un argentino si se encuentra con un amigo en un sitio extraño? 

Pues, si, exactamente lo que hizo el Papa… parar la comitiva en la que vas y bajarte a saludar, darle grandes abrazos y por supuesto decirle que se vaya contigo, en el papa-móvil, que hace mucho que no se ven y así van charlando, además “boludo, has visto lo estupendo que es el cacharro este, vamos, venite y ya tomamos unos mates”. Efectivamente, allí se fueron los dos entre grandes abrazos en el papa-móvil dejando una extraña escena y por supuesto a un equipo de seguridad totalmente inquieto.

Ni creo, ni me importa especialmente, saber si esta Papa cambiara algo en la iglesia católica pero desde luego si que ha cambiado algo las formas de la misma, lo cual es de agradecer, y sobre todo que nos deje divertidas anécdotas como aquella otra de llamar a una monjas de clausura para felicitarles en año y dejarles un mensaje en el contestador diciéndoles “vaya, que andarán haciendo mis monjitas que no tienen tiempo para contestar al santo padre. Cuídense y feliz año”.  Pues eso, argentino que es el.
Imagínate que vas en avión y a mitad de viaje se escucha por la megafonía “¿hay alguien con conocimientos de medicina?”. Supongo que debes de quedarte un poco blanco, un poco menos si es después de comer ya que entonces tienes claro que seguramente sea una intoxicación alimentaria y nada grave. Bueno, a menos que al cabo de unos minutos la megafonía pregunte “¿alguien sabe pilotar un avión?”, momento en el que a) decides que te has quedado dormido viendo Aterriza como puedas, b) decides que seguramente sea la típica broma de cámara oculta o c) tras comprobar que, efectivamente, hay unas cuantas monjas y un cierto numero de menores que aseguran la tragedia, te acojonas totalmente y dependiendo de las circunstancias sacas el móvil para despedirte de tus seres queridos desafiando las normas de navegación aérea; empiezas a redactar un testamento o incluso confiesas cosas inconfesables a tu compañero de viaje, aunque sea un completo desconocido porque seguro que no es una hermosa desconocida (los que asignan los asientos no suelen emparejar de una forma mínimamente coherente y seguro que te han asignado compañeros incompatibles).

Pues esto es lo que paso hace poco en un vuelo por los estados unidos tras sufrir un infarto el piloto. Afortunadamente era un vuelo con un pasaje bien cualificado, seguramente carente de monjas y menores, entre el que había además de dos enfermeras, un coronel de aviación retirado por lo que no solo consiguieron realizar un aterrizaje sin problemas si no que el piloto se salvo.

Ahora que se habla mucho de la marca España e incluso de la internalización de las empresas españolas, entre ellas las de ingeniería y construcción y sin entrar en la noticia del Canal de Panamá y Sacyr que es de todos conocida (aunque no en sus detalles mas divertidos e inconfesables) merece comentar una noticia que técnica que prácticamente no ha llegado a España pese a ser, desde mi punto de vista, realmente fascinante y reveladora.

Sucede en Chile, donde una constructora española (no daremos nombres ya que podría ser cualquiera) gano un concurso internacional para la construcción  de un importante puente levadizo. 

(para entender bien la noticia es necesario que os cuente que  básicamente al hacer un puente levadizo se hacen los dos tableros que conforman el puente, luego se colocan sobre la estructura del puente y por ultimo se ponen los mecanismos para elevar los dos tableros)

Todo iba muy bien, el proyecto se había realizado impecablemente, se habían construido los tableros y ya se habían colocado en su sitio definitivo, ya solo quedaba poner los mecanismos y la obra se habría acabado sin problemas especiales. De hecho, como los tableros se hacen ya con los acabados prácticamente definitivos (calzada, mediana, viales, carriles bici, acera, lo que lleve incluyendo hasta la pintura) pues se podía decir que la parte del puente ya estaba acabada, si bien quedaba convertir el puente en levadizo.

Bueno, casi. Solo había un pequeño problema del que nadie se había dado cuenta todavía, una pequeñez sin importancia, un problemilla tonto…y era que los tableros estaban mal hechos: se habían hecho del revés. Si, una pequeñez sin importancia salvo que entre otras cosas solo había carril bici en un sentido por lo que este carril se interrumpía entre los dos tableros estando en uno a un lado y en el tramo siguiente al otro y algo parecido pasaba con todos los carriles. 

Ya digo, una pequeñez sin importancia salvo porque había que cambiarlo todo y además un error propio de un niño pequeño y el no haberse dado cuenta no es que fuera de niño pequeño sino de niño pequeño, ciego, retrasado o dicho finamente de niño con tanto visión como cerebro alternativo (creo que se dice).

En fin, por lo menos en este caso la constructora no ha discutido mucho y ha asumido el coste de las reparaciones necesarias aunque eso signifique que ganaran mucho menos de lo que pensaban ganar (seguramente sigan ganando ya que en la construcción es casi imposible perder dinero) y como la noticia no ha trascendido en España pues no tiene mucha importancia. Aunque si que ha trascendido en el resto del mundo, algo que bueno, lo que se dice bueno para la construcción española pues no acaba de ser.

Algo que debería haber sido noticia pero que no lo ha sido, probablemente por la incapacidad de establecer cuando se produce exactamente la noticia, es la nulidad de la base del Principio de Pareto.   ¿que no os suena el principio de Pareto? Venga, haced un esfuerzo... ¿nada?, bueno y si os digo que es la regla del 80/20 ¿a que ahora si os suena?  Bueno, pues ese principio que establece (sobre datos empíricos) que los efectos divididos en dos categorías que guardan una determinada proporción, permitir identificar otras dos categorías “causales” que guardan la relación inversa. 

En su forma inicial, enunciada en 1909, se establecía que el 80% de la riqueza estaba en manos de tan solo un 20% por ciento de la población, mientras que el 80% de la población solo tenia el 20% de la riqueza total.  En esta aplicación inicial (procedente de los datos estadísticos) el principio de Pareto se identificaba con la economía, al fin y al cabo es el motor de la sociedad y el principio de Pareto cualificaba una realidad objetiva que, en cierta medida, acabaría en las conocidas revoluciones de esos años. 

Sin embargo, esto es de lo mas curioso, el principio de Pareto con la misma proporción - la regla 80/20 - se da en temas de logística (el 20% de los productos de un almacén son responsables del 80% de los suministros), en control de la calidad (el 80% de los defectos radican en el 20% de los procesos), en ingeniería del software, en control de redes de comunicaciones.... en fin, en casi todo (la construcción es uno de los pocos sectores excepcionales, en los que varia esta proporción, ya que de forma general se dice que el 90% de las tareas ocuparan el 10% del tiempo mientras que para el 10% final de las tares - los acabados - se requiere el 90% del tiempo, aunque seguramente sea una exageración) . Es decir el Principio de Pareto, como regla 80/20, sin ser un teorema ni un axioma ni una verdad en si mismo resulta que se da en muchas (por no decir todas) las actividades.

Bueno, pues ahora el principio de Pareto no se cumple en la economía (su origen) ya que como confirman los últimos informes hemos pasado de una regla 80/20 a una regla 95/5. Si, parece que ahora, 100 años después, el 95% de la riqueza esta en poder solamente del 5% de la población mientras que el 95% de la población cuenta con tan solo el 5% de la riqueza total. Hay es nada. Sin embargo la proporción en el resto de asuntos no parece haber cambiado y la regla 80/20 parece mantenerse en casi todas las actividades. ¿que significa esto, significa algo? Pues os lo dejo para la reflexion, yo solo queria daros la noticia de que el principio de Pareto ya no es valaido en economia, o al menos no como la regla 80/20 lo que de extenderse puede tener implicaciones en muchos otros campos.


Dejo para el final una ultima noticia de carácter personal que no me resisto a contaros como premio a los que hayáis llegado hasta aquí, si es que hay alguno o alguna, que se ha producido como consecuencia del cambio en mis costumbres alimentarias  y es que ahora, por fin, puedo decir sin sonrojarme que ya tengo restaurante vegetariano favorito. Si, como lo oís: restaurante vegetariano, ni mas ni menos (yo, con lo que era). En mi descargo diré que no es para tanto y que se trata de un vegetariano en el que puedes tomar Roastbeef, chipirones o incluso carrilleras, en el que a las pochas con verduras les ponen un poquito (muy poquito) de tocino. Vamos, un estupendo vegetariano del que no os digo el nombre todavía porque quiero seguir yendo y ya sabéis que no me gustan los sitios muy llenos pero, si eso, ya os lo cuento otro día.  

lunes, 13 de enero de 2014

Comentario de Textos - Diciembre 2.013

The shining girls - Lauren Beukes
The twenty-year death - Ariel S. Winter
The last policeman - Ben H. Winters
Japantown - Barry Lancet
The starboard sea - Amber Dermont
From the fahertland with love - Ryu Murakami
Why does the world exist? - Jim Holt
Como hacer bien el mal - Harry Houdini

Este mes hago un poco de trampa e incluyo un par de libros leídos en enero pero la verdad es que yo creo todo el principio de enero, hasta después de Reyes, debería contar como diciembre ya que forma parte de los fastos navideños, ademas así acabo con las compras realizadas en NYC y puedo llevar todo lo leído hasta su zona de almacenamiento en casa de Alvaro y Helena, quiero decir que así se los paso a ellos para que puedan disfrutarlos que suena mejor esto de prestarles libros que lo de encasquetarselos sin motivo solo para no tener que almacenarlos yo.

De hecho ahora mismo me quedo sin nada que leer, si ignoramos un par de libros que me han regalado, uno de los cuales (Novela y Cine negro en la Europa actual, 1990-2010) me produce una pereza total y otro (Frank Cappa, diarios) me parece mas adecuado para tener en el cuarto de baño con el fin de ojearlo que para leerlo seriamente. Esta situación de desabastecimiento me obligara, en breve, a volver a decidir donde realizar mis próximas adquisiciones: si resulta pertinente un viaje hasta la, supongo, helada y heladora Cercedilla para visitar la librería Fuenfria (que espero estéis visitando asiduamente) y tomarme un descafeinado con mi hermano (quien dice un descafeinado es capaz de decir cualquier cosa, aunque se entiende que quiera decir unas cuantas cañas) o si me dejo caer por la librería Mendez, o incluso si me paso por ambas para comparar como de surtidas están y cual resulta mas tentadora. Pero divago, si eso, ya os lo cuento otro día.

Los novelas de asesinos en serie escritas por chicas son escasas por lo que siempre que veo una siento cierta tentación de comprarla, si ademas la autora ha ganado previamente un premio Arthur C.Clark, si encima en la contraportada los elogios son de gente cuyas obras me han gustado pero que no son demasiado obvios (Gibson, Doctorow y Tana French firman elogios en esta) y si me la encuentro entre las recomendaciones en una de mis librerías favoritas pues la decisión de comprarla es obvia. Así que aunque la portada y el resumen de la solapilla no me parecieran especialmente tentadores , si no mas bien lo contrario, compre The Shining Girls que ciertamente tiene un asesino en serie pero que realmente es un asesino que viaja en el tiempo para cometer sus crímenes, para matar a chicas “que brillan”, lo que es una trampa bastante burda y le quita gran parte del interés al tema ya que es el único que puede viajar en el tiempo y la verdad es que la historia, que se supone que es como lo persigue una de las víctimas que ha sobrevivido, pues pierde bastante ya que queda llena de huecos. Se lee bien y se olvida exactamente igual.

De The twenty-year death lo primero que llama la atención es la portada, que como todas las de Hard Case Crime imita a una portada pulp clásica y es algo que se agradece ya que ya define una linea, un tipo de novela; ademas de Hard Case Crime ya había comprado, el año anterior, The Cocktail Waitress, una novela perdida de James M. Cain, que me pareció muy buena lo que también la hacia tentadora, al menos para mi que igual que confío en lo que los libreros seleccionan en sus mesas para que yo elija, también confío en algunas editoriales y en sus selecciones (de hecho, ahora que lo pienso, me queda una ultima novela en ingles, Joyland de Stephen King en Hard Case Crime, que le regale a Alvaro por la portada y por que a el le encanta Stephen King. Voy a pedirsela por si se complica mi selección de librería, tranquilo me quedo); que entre los elogiadores este Brian Azzarello, que es un guionista de algunos comics que me han parecido excelentes, junto a gentes que desconozco totalmente pues también es algo que llama la atención. 

Ya mismo os digo que es una buena novela y que confirma, de momento, que Hard Case Crime es una editorial de buenas novelas, no solo de preciosas portadas, y que yo al menos voy a comprar todo lo que editen (e incluso lo que ya han editado), pero también os diré que no es una buena novela. No, siendo una buena novela no es una buena novela. 

“Se te ha ido, tanto leer... esto tenia que pasar” os veo murmurando Cervantinamente, pero no, no se me ha ido. Digo que no es una buena novela porque... son tres buenas novelas; y digo que es una buena novela por que cada una de ellas es buena y están bien enlazadas lo que convierte en una buena novela al conjunto ademas de a cada una de las partes. Si, amigos estáis ante una ganga, por el precio de un solo libro, 14,95 US$ - 7,99 UK, tendréis una novela de George Simenon (Malniveau Prison), una novela de Raymond Chandler (The Falling Star), una novela de Jim Thompson (Police at the Funeral) y por supuesto la novela de Ariel S. Winter (The Twenty-year Death) que las incluye y todas ellas buenas. Claro que como contrapartida tendréis la sensación de haber ido a una exposición de falsificaciones de grandes maestros y aunque no fuéramos capaces de apreciar la diferencia entre la excelente falsificación y el original es inevitable quedarse un poco chafado cuando nos dicen que todo lo que había expuesto era una falsificación, en este caso una excelente falsificación que se disfruta como el original o incluso mas.

Un detective de la policía acude a la escena de un posible suicidio, no es algo raro que la gente se suicide, no lo es nunca pero es que ahora  hay un asteroide viene hacia la tierra y ya es seguro que impactara contra nosotros, destruyendolo todo. De hecho ya hay fecha para este evento, ya hay fecha para el fin del mundo: será dentro de seis meses. Estando así las cosas, no hay nada raro en que la gente se suicide, con estas perspectivas y realmente, si solo quedan seis meses, cual es el objetivo de investigar un posible suicidio, o para el caso un posible asesinato, si al fin y al cabo todos, inocentes y culpables, estamos ya condenados. Este es el punto de inicio de The Last Policeman, y por supuesto el protagonista principal sigue investigando porque al fin y al cabo esa es la forma de vida que ha elegido ¿que importancia tiene que el mundo se vaya a terminar? este ultimo policía piensa que debe de seguir haciendo lo que es correcto, seguir viviendo su vida como había decidido hasta que se acabe, como quien dice “vivir para siempre o morir en el intento”. A mi me ha resultado muy agradable el pensar que hay mas gente que seguiría con su vida, que no seria algo tan extraño, que algunos vivimos, mas o menos, como hemos escogido y que eso no va a cambiar solo porque el mundo se pueda acabar en unos dias o ya puestos porque exista o no un Dios que decida nuestro futuro. No, algunos vivimos como podemos o sabemos y aunque sabemos que todo acabara seguimos con nuestra vida lo mejor que podemos o sabemos.

Japantown es un libro  que no tenia ninguna papeleta para que lo comprara, salvo la de que lo vendieran en Kinokinuya algo que siempre es una garantía, ya que empieza en el Japantown de San Francisco para desarrollarse en Japón pero esta escrito por un americano por lo que, a priori, se puede dudar de su autenticidad y no solo eso si no que ademas empieza con la masacre de una familia que no parece estar relacionada con nada, parece un asesinato así sin mas lo que posiblemente dará lugar a una novela pues así sin mas. Pues para nada, es un autentico best-seller, una de esas novelas que te hace preguntarte porque no puedes comer palomitas mientras lees aunque en seguida comprendes que te la vas a leer de un tirón, que te va a tener insomne en la cama y ya sabes que no esta bien comer en la cama por eso de las miguitas. Sencillamente un gran bestseller que ademas desarrolla un personaje, y un Japón, que (supongo) no le resulta tan ajeno al escritor como en un principio parecía ya que se centra mas en un Japón visto desde fuera, el paso 25 años en Japón, que en un Japón de un japonés. Es uno de esos libros que seguramente no serán traducidos, o que en caso de serlo lo serán por una editorial que no consiga darles la visibilidad que se merecen como le paso a Thomas Harris (o al Richard Harris que no es su hermano), a Baldacci, a Rozan o al mismísimo Goldman. Ojalá me equivoque, que Barry Lancet triunfe, que podáis disfrutar de esta y que le sigan otras igualmente buenas.

Los libros sobre niños ricos, muy ricos, son en general de mis favoritos; lo libros sobre universitarios, incluso los que son sobre profesores universitarios, también entran entre mis favoritos; los libros que pasan en Nueva Inglaterra, en general todo Estados Unidos salvo en algunos estados concretos, pues también entran en mis favoritos; y los libros escritos por chicas me suelen interesar mas que los escritos por hombres (si, yo también soy consciente de que a las escritoras las llamo chicas y no mujeres pero es que así llamo a casi todas las mujeres, sean lo que sean), seguramente por aquello de que me parecen mas exóticos. Así que aunque no tenia ninguna referencia sobre de The Starboard Sea, ni sobre su autora, el ser una novela sobre universitarios ricos en Nueva Inglaterra  la hacia un buen candidato para probar, si ademas le sumamos que parece estar en alguna lista de 100 Notable Books del New York Times pues la compra se explica sin problema. Os diré una cosa o cien libros son demasiados libros o el criterio del NYT es difícil de entender ya que, fácilmente, se me ocurren no cien, si no mil, libros mejores, mas notables, que este (vale, me he pasado con lo de que se me ocurren fácilmente pero solo porque no es fácil que se te ocurran cien libros, ni mejores ni peores, ni cien canciones ni, en general, cien de nada. Llegar a cien no es nada fácil y no digamos a mil). 

Murakami me gusta, me gusta mucho, y antes de que empecéis a arrancaros los cabellos de la cabeza en vuestra desesperación, o que empecéis con “ya esta el maldito hipster, con Murakami, Auster y todo el moderneo” dejadme aclaraos que a mi me gusta el otro Murakami, Ryu Murakami. Por que yo soy mas hipster que todo lo que podéis imaginar y cuando hablo de Murakami, me refiero al otro Murakami, no al que llena las estanterías, los suplementos culturales y que todos en La Bicicleta ya han leído o dicen haber leído y haberles encantado. No, amigos, no, por supuesto yo hablo del Murakami de las caras B, del de los singles editados solamente en Afganistán, hasta hablar del Murakami mainstream podríamos llegar. No, yo hablo del Murakami de In the Miso soup, esa novela en la que todo va tranquilamente hasta que sin venir a cuento todo deja de ir tranquilamente: del Murakami de Coin Locker Babies, con esos niños que crecieron en una taquilla de una estación y no sienten mucho apego por el mundo que descubren al salir y lo demuestran; del Murakami de 69, con los problemas para montar un festival de rock en un pequeño pueblo de Japón a finales de los sesenta; y mas concretamente hoy del Murakami de From The Fatherland, with love, en el que Corea del Norte decide llevar a cabo un arriesgado plan de expansión consistente en invadir una pequeña isla japonesa para luego declararla independiente y utilizarla como “satélite” mientras que los únicos que la pasividad del gobierno japonés les impide intervenir y solamente unos pocos jóvenes marginales se enfrentaran a ellos mas por divertirse que por aquello de salvar el imperio. Su principal pega son sus casi setecientas paginas que asustan a la hora de empezar la lectura y que en mi caso me han hecho cruzar la frontera del año anterior a este nuevo año con una sonrisa casi constante (salvo en algunos pasajes cortos) comprendiendo divertido las diferencias entre asiáticos tan distintos como los freakies japoneses, los políticos japoneses y las tropas de elite de un país como Corea del Norte. 

Con Why does the world exist? he de reconocer que me he sentido engañado por la portada y especialmente con la frase que hace de subtitulo al libro “An existential detective story” que me hizo pensar que se trataría de una novela de detectives del tipo de Una investigación filosófica de Keer. De hecho tenia muchas ganas de leerla, la de Keer me había gustado mucho y esta estaba entre los 10 mejores libros según el New York Times, y la empece casi nada mas volver. La empece y la deje ya que no es una novela si no un ensayo filosófico, mas que un ensayo una recopilación de teorías o puntos de vista, sobre lo que indica el titulo del libro resumido en ¿porque existe el universo en lugar de existir nada, es decir de no existir?. La deje enfadado, mas conmigo mismo que con el editor ya que realmente en la contraportada si viene indicado que es un libro de filosofía, aunque no nos engañemos: me habían engañado. Con las fuerzas renovadas por aquello del año nuevo, realmente porque ya no me quedaba nada que leer, la retome a primeros de año, avanzando hasta la mitad de la misma para volver a dejarla. No digo que no sea interesante, estoy seguro de que repasar los argumentos filosóficos de esta pregunta y sus muchas implicaciones que nos llevan hasta el teorema de Godel y mas allá, lo es, pero (ahora lo se y puedo agradecerselo al libro) yo me alineo con Grünbaum y la pregunta me parece una autentica tontería, mal planteada, completamente errónea, que solo nace de una preocupación cristiana, vamos una pregunta totalmente innecesaria pero para el que el principal interés de la conversación, del libro en mi caso, es el de acabar tomandose una copa tranquilamente.

Como hacer bien el mal me lo regalaron por mi cumpleaños en Octubre y por aquello de ser un librillo de artículos dispares pues ha sido una de esas lecturas intermitentes de cuarto de baño. Básicamente incluye una serie inconexa de artículos de Houdini sobre distintos temas relacionados con la magia (básicamente con los side-shows, los espectáculos anejos como tragar sables) que como es habitual en Houdini no aportan ninguna información sobre su funcionamiento real, una recopilación de anécdotas para mayor loa del autor, que siendo un gran escapista era mejor publicista de si mismo, otra recopilación sobre distintos timadores, que es la parte que da titulo al libro, y un insoportable cuento de Lovecraft sobre una aventura de Houdini en Egipto que ocupa innecesariamente casi un cuarto del volumen y que casi me hace abandonar. Lo que digo, quitando la parte de Lovecraft, una lectura entretenida para el cuarto de baño y poco mas (aunque no es poco).

Pues como os decía ahora me he quedado sin lecturas, salvo el Stephen King que tiene Alvaro y que voy a ver si le cambio por todo lo leído, así que una vez mas he de enfrentarme a la decisión de elegir librería y libros para las dos terceras partes de mes que aun quedan por delante. Debería ganar la librería Fuenfria de Cercedilla que se que ya es de vuestras favoritas pero igual la ola de frío que se acerca, unida a la perdida de la atermia que siempre me ha caracterizado, hacen que este mes gane la librería Mendez de la calle Mayor, mucho mas cercana y que llevo tiempo sin visitar, pero, si eso, ya os lo cuento otro día.

P.S.: esta es la maleta que le llevo a Alvaro